12 de octubre de 1492
Colaboración
Marcos Henchoz*
Es una de las fechas patrias más controversiales para explicarla. En el calendario de efemérides argentinas, en el 12 de octubre se conmemora la muerte del revolucionario Juan José Castelli (1812); Domingo Faustino Sarmiento (1868) e Hipólito Irigoyen (1916), Juan Domingo Perón (1973) asumen la presidencia o para nuestra hermana Latino América, Paraguay se constituye en República independiente, rompiendo definitivamente con España y Argentina (1813), Brasil se independiza de Portugal (1822), entre otros.
Pero sin dudas, la principal referencia para el 12 de octubre es la de 1492 reconocida en principio como Día de la Hispanidad y Día de la Raza según el decreto presidencial firmado por Irigoyen en 1917 resaltado el Descubrimiento de América.
Hace un año atrás la presidente Cristina Fernández cambió esas denominaciones por el de “Día del respeto a la diversidad cultural”. El Inadi por Resolución Nº 84 propone transformar el 12 de octubre en un día de reflexión histórica y de diálogo intercultural: "… Es imprescindible revalorizar las culturas originarias de América" sostiene dicho documento, tanto en su faz histórica como presente, reconociendo la diversidad cultural. Claro, a la vista está que aún esto es una idea porque la práctica política de los diferentes gobiernos provinciales y nacionales no se orienta hacia ese lado.
Un poquito de historia
Durante el Siglo XV, los principales países de Europa estaban desarrollando políticas imperialistas (Francia, Inglaterra, Holanda, Portugal y España –principalmente estos dos últimos-), algunos más interesados en el lejano oriente, otros en el dominio de los caminos terrestres hacia medio oriente y otros haciendo pie en África. Aunque todos tenían un común denominador: el control y domino de los mares. Es la época de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, Enrique VI de Inglaterra, Alfonso V de Portugal, Da Vinci, Gütemberg, entre otros.
Los conflictos bélicos estaban presentes en todo el continente. La más larga y sangrienta fue la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia que en los últimos años ingresó en los medios cinematográficos a través del relato de vida de Juana de Arco.
La historiografía lo llama el siglo de la revolución comercial. Los avances técnicos y científicos tales como los nuevos tipos de buques, las cartas de navegación, la brújula y el astrolabio, entre tantos, colaboraron en este sentido.
Ese avance tecnológico no se vio reflejado en la actividad productiva (campesina y artesanal); además, diferentes tipos de enfermedades asolaron a Europa durante el Siglo XIV y XV.
El primero en plantear políticas imperialistas fue Portugal. España lo hizo después. Los Reyes Católicos decidieron apoyar a Cristóbal Colón luego de expulsar a los musulmanes del territorio español (principios de 1492). En abril se firman las Capitulaciones de Santa Fe (establecía los derechos de Castilla y otorgaba beneficios a Colón). Partió desde el puerto de Palos en agosto. El 12 de octubre la expedición divisó tierra. Colón pensó que había llegado a las Indias Orientales. Falleció sin saber que era un nuevo continente para los europeos. El nombre América se debe al navegante y explorador Américo Vespucio, quién demostró que era un nuevo continente.
El 12 de octubre en las escuelas
Los años siguen pasando y no hay búsquedas sinceras para “reescribir” aspectos de nuestra historia. No se trata se seguir imponiendo una versión o tendencias ideológicas.
Días pasados miré en el canal siete –en el afán de buscar novedades para el aula-, un programa de dibujitos animados de historia del período de la independencia. Más allá que la calidad del producto -que no me gustó-, lo que me desilusionó es la reiteración de la historiografía clásica – positivista con respecto a dos grandes próceres: Güemes y Artigas (dos verdaderos próceres argentinos).
Ya que los diferentes gobiernos no avanzan en convocar a los principales historiadores, filósofos, educadores y cuentistas sociales para rediscutir estas cosas; es importante que lo hagamos los docentes.
Debemos entender definitivamente que la educación y sus contenidos son construcciones socio-políticas.
La escuela (me refiero a todos los niveles educativos) no sólo debemos enseñar las operaciones básicas de matemáticas, leer, escribir y algunos contenidos más. Debemos enseñar a pensar y discernir. Y en este sentido, la transmisión conceptual de las fechas patrias es de suma importancia. Las efemérides están relacionadas con nuestro ser nacional. Si bien han caído en la inercia y se muestran totalmente congeladas en el tiempo, debemos recuperarlas para que cada una de ellas se conviertan en un espacio de diálogo, análisis y de generación de nuevas construcciones. De lo que estoy seguro, es que no podemos seguir repitiendo, como sociedad y como docentes, conceptos falsos y mezquinos sólo porque no somos capaces de interpelar nuestros propios conocimientos y estructuras mentales.
Imágenes tomadas de:
www.esnametsetan.wordpress.com
www.puntoactivo.blogspot.com
* Docente de nivel primario, secundario, terciario y universitario.
Marcos, la mayoría de los profes de historia siguen enseñando la historia liberal de Mitre. No se si por comodidad, por ignorancia, por miedo a que los castigue La Nación (el guardaespaldas que dejo Mitre, según Don Arturo Jauretche), o por prejuicios ancestrales resistentes al revisionismo. Confío en que no seas uno de esos.
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